Desde la pandemia, muchos aprendieron a ser sus propios baristas. Ya no es necesario salir de casa para disfrutar de una buena taza de café.
Pero ¿sabes si estás almacenando tu café correctamente? ¿Es adecuado el lugar donde dejas tu café en grano? ¿Sabes cómo conservar el café molido?
El lugar donde almacenas tu café en casa influye directamente en su aroma, acidez y cuerpo. Los caficultores de Juan Valdez tienen sus propias guías de cómo lavar, secar y almacenar el café. Ahora falta que tú adoptes estas prácticas. Aquí te dejamos 5 consejos básicos para que la calidad de tu café se mantenga excelente:
No refrigeres el café
Aunque parece lógico, refrigerar o congelar el café es un error. Los granos de café son porosos y absorben fácilmente aromas y sabores externos.
Además, las variaciones de temperatura generan condensación, y la humedad fomenta el desarrollo de bacterias y moho. Por eso, lo ideal es evitar el refrigerador.
Evita la oxidación
Cuando el café entra en contacto con el aire, se oxida y pierde sus propiedades. Mantén el paquete sellado hasta que decidas usarlo.
Los empaques de Juan Valdez vienen sellados al vacío para preservar las propiedades organolépticas del café. Es decir, todo aquello que puedan percibir nuestros sentidos: sabor del café, textura, olor, color o sonido.
Una vez abierto, guarda el café en un recipiente hermético seco y esterilizado. Se recomienda optar por recipientes de acero inoxidable, aunque también puedes dejarlo en su empaque original dentro de un contenedor hermético.
La luz y el calor son los mayores enemigos
La luz natural y el calor pueden alterar las propiedades del café. Si usas un envase transparente (como una bolsa o un tupperware), los rayos UV afectarán los granos o el café molido, causando cambios químicos.
El calor generado por la luz solar también puede evaporar los aromas y sabores del café. Por eso, guarda tu café en un mueble fresco, seco, oscuro y cerrado.
Evita colocar el café cerca de hornos, microondas u otras fuentes de calor. Además, si ya preparaste una taza de café, no recalientes más de una vez, ya que esto deteriora su sabor y características.
El café molido pierde más rápido sus propiedades
El café en grano conserva sus cualidades por más tiempo que el café molido. Si tienes un molinillo en casa, lo mejor es moler los granos justo antes de prepararlos.
Revisa siempre la fecha de elaboración en el empaque, ya que el café, aunque no se vence, pierde propiedades con el tiempo y puede volverse desabrido.
Compra la cantidad de café que vas a necesitar
Adquiere paquetes que se ajusten a tu consumo habitual. Si mantienes el café abierto, consúmelo rápidamente para no perder su frescura.
Si tienes un paquete que no consumirás de inmediato, divide la cantidad en recipientes herméticos con sellado al vacío. Esto te ayudará a mantener su frescura por más tiempo.